03 de Enero de 2009.  
      COERCAN INSISTE AL GOBIERNO PARA QUE LOS COMERCIOS NO ABRAN MAÑANA.

UGT y CC OO acusan a Ángel Agudo de «entregarse» a las grandes superficies

  

Carteles, en algunos comercios, anuncian la apertura./DM

La Federación del Comercio de Cantabria (Coercán) reclamó ayer por escrito al presidente, Miguel Ángel Revilla, que respete el acuerdo «unánime» alcanzado en noviembre para que los comercios no abrieran el 4 de enero.

Esta patronal, que asegura que representa a más de 9.000 comercios, se ha dirigido al presidente, a la vicepresidenta, Dolores Gorostiaga, y al consejero de Economía, Ángel Agudo, a quienes ha pedido «urgentemente» que reaccionen, «porque al autorizar a los centros comerciales a abrir mañana causarán un daño irreparable a empresas que cuentan con más de 45.000 trabajadores».

La patronal pide que tengan en cuenta al importante sector que es el comercio minorista y no desoigan su petición de mantener los domingos de apertura tal y como estaban fijados por una orden del 26 de noviembre. Según sus datos, el pequeño comercio sufrirá un fuerte revés si no se revoca la decisión. Coercán recordó al consejero de Economía, por otro lado, que esta organización es la patronal de los comerciantes de la región y que, en su representación, rechaza sus afirmaciones.

Contra el consejero

También las federaciones de Comercio de UGT y CC OO recalcaron ayer que la decisión del Gobierno de permitir abrir los comercios el 4 de enero generará «inestabilidad» en el sector y aseguraron que la mayoría de los trabajadores duda de que no se vaya a abrir el 27 de enero de este año.

UGT y CCOO creen que de esta medida sólo se desprende «una acción de connivencia y entrega hacia las grandes superficies, que han incidido en el precipitado cambio que motivó que, de prisa y corriendo, la Consejería de Economía sacara un contra-decreto».

A su juicio, al autorizar la apertura mañana, el Gobierno regional muestra un absoluto desprecio a las miles de empresas de menor tamaño.

UGT y CC OO subrayaron que a Agudo «solamente le influyen en sus decisiones los criterios del mercado como cualquier neo-liberal, «sólo que él dice que no lo es». Así, le piden que reflexione sobre lo que supone para estos trabajadores «el estrés laboral y la imposibilidad de acceder a la tan cacareada conciliación».

 

 
 

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