Según la Patronal del sector en la región, se están ofreciendo comisiones a las asociaciones por cada establecimiento que se adhiera a la tarjeta ComercioCantabria

La Federación del Comercio de Cantabria COERCAN ha querido mostrar su más absoluto rechazo a la manera de funcionar del consejero Agudo con su tarjeta ComercioCantabria, ya que ha quedado claro, a la vista de lo publicado en los medios este pasado fin de semana, que se está tratando de comprar y, por tanto, de dividir, al sector en la región con artimañas bastante dudosas.

Se ha elaborado, desde la Fundación que controla la tarjeta, un borrador de convenio con asociaciones de comerciantes en el que se especifica que se les entregarán 2.000 euros al año y 25 euros por cada establecimiento que consigan adherir, utilizando a los presidentes de las mismas como comerciales de un proyecto que ha quedado claro que no funciona. El problema ahora es saber si el presidente que ofrece la tarjeta a sus asociados lo hace porque cree que es bueno o por la comisión que se va a llevar la agrupación. Esta situación que se crea es verdaderamente escandalosa.

Esta nueva vuelta de tuerca del proyecto de Agudo viene dada por la baja masiva (de 1.500 a 300 adheridos) de comercios participantes en el mismo, aunque esa circunstancia es responsabilidad únicamente suya por no pactar con los comerciantes sobre una iniciativa que les atañe. Ahora, cualquier pacto o foto interesada es sólo humo y no refleja el sentir de la mayoría del sector en la región.

Por último, desde COERCAN, se desea reiterar la felicitación al Gobierno por la puesta en marcha del proyecto de plan renove de muebles, aunque se haya hecho sin contar con el comercio, una vez más, y que, por ese motivo, se está desarrollando con bastante dificultad. De hecho, el objetivo “multiplicador”, que perseguía el consejero, parece que no va a ser tal porque las propias mueblerías que otorgan puntos a sus clientes les incentivan para que vuelvan a gastarlos una vez que pase el periodo en el que no pueden hacerlo en ellas. Tampoco está mal como premio a la dificultad de explicar el sistema y de ponerlo en práctica, además de por su papel de comerciales de la tarjeta.

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