El reciente anuncio de
la empresa eléctrica irlandesa ESB Internacional de que abandona su
proyecto de instalación de una central de ciclo combinado en Los
Corrales de Buelna ha motivado todo tipo de reacciones. ESB
Internacional, a través de un comunicado, explicó que esta decisión
había sido adoptada, exclusivamente, por la imposibilidad de firmar una
opción de compra de una parcela en un nuevo polígono industrial a
desarrollar en Los Corrales, tal y como contemplaba el acuerdo que
habían alcanzado con representantes del Gobierno regional.
Desde el Gobierno de Cantabria, sin embargo, se aseguró que ESB
Internacional no había presentado aún el proyecto ante el Ministerio de
Medio Ambiente para la obtención de la declaración de impacto ambiental.
Dijeron también que la empresa «ponía unas condiciones que Cantabria no
podría cumplir en tanto en cuanto no se disponía de esta declaración».
Lo cierto es que la construcción del futuro polígono industrial de Los
Corrales está siguiendo un largo proceso. Cuando está a punto de
cumplirse dos años desde que se anunció el poryecto, éste sigue un largo
camino que no termina de resolverse.
El Gobierno de Cantabria anunció en agosto de 2003, en San Felices de
Buelna, la elaboración del proyecto de construcción de un nuevo polígono
industrial en el valle de Buelna. Un proyecto que dependía, como paso
imprescindible, según apuntaba el consejero de Obras Públicas y
Vivienda, José María Mazón, de la colaboración de la Confederación
Hidrográfica del Norte para el encauzamiento del río Besaya.
Lo que entonces era sólo una idea enlazaba ya con otros dos proyectos,
uno en fase de inicio y otro en fase de redacción: la carretera que
unirá Los Corrales de Buelna con Puente Viesgo y la ronda de
circunvalación de Los Corrales de Buelna. El encauzamiento del río
Besaya ofrecería soluciones a los tres proyectos, posibilitando evitar
los problemas que presenta un terreno, a día de hoy, calificado como
inundable.
Apoyos
En la presentación del proyecto, el 11 de agosto de 2003, se dieron
cita, además del consejero, el presidente de la Comunidad Autónoma,
Miguel Ángel Revilla, y los alcaldes de los dos municipios afectados,
José Antonio González Linares de San Felices de Buelna y Rafael Fernando
Pérez Tezanos, alcalde en funciones de Los Corrales de Buelna.
La idea se presentaba como una prolongación del Polígono Industrial de
Barros, área que necesita urgentemente ser ampliada. En total, el
terreno industrial entre ambos superaría el millón y medio de metros
cuadrados. «Un gran polígono en un lugar privilegiado, conectado con la
Autovía a la Meseta y el Valle de Pas por la nueva carretera, además de
contar con las vías de Renfe».
Más pasos
Pocos días más tarde el consejero de Obras Públicas se entrevistó con
una representación de la asociación ecologista Arca con la finalidad de
iniciar los cauces de colaboración para la construcción del macro
polígono industrial en el Valle de Buelna. El consejero reconocía que
para poner en marcha el proyecto eran necesarias ciertas actuaciones en
algunos de los márgenes del río Besaya y que por ello deseaba contar con
la opinión de la asociación ecologista que se mostró «conservacionista»
desde el punto de vista de los ríos y sus cauces.
A finales de aquel mes de agosto era el diputado regional y concejal de
Obras de Los Corrales de Buelna, Rafael Fernando Pérez Tezanos, el que
adelantaba algunas de las características del proyecto, «la más
importante dotación de infraestructuras para la comarca desde los
gobiernos autónomos y, posiblemente, la segunda más importante de la
historia, tras el paso del ferrocarril por el valle». Como novedad
explicaba que el proyecto sería declarado de urgente necesidad y
ubicación preferente. Hablaba también de los motivos de la elección del
valle, entre ellos «la trayectoria y tradición industrial de la zona,
las comunicaciones y su ubicación en el centro de la comunidad
autónoma». Habría que esperar hasta el 3 de diciembre de 2003 para que
el Consejo de Gobierno de Cantabria diera luz verde a la declaración de
proyecto singular de interés regional al gran área de desarrollo
industrial del valle de Buelna.