«Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado». Así
se pone fin a una historia de ilusión e imaginación que se inició hace
ahora siete años, los mismos que cumpliría el próximo mes de mayo el
maratón de cuentos 'Encuentados de Oírte' de Los Corrales de Buelna,
maratón que no seguirá celebrándose, al menos donde y como se ha
conocido hasta ahora.
Los organizadores, Asociación Cultural Muriago y Biblioteca Municipal,
se despidieron esta semana: «después de seis años de compartir risas,
alegrías, historias y experiencias nos dirigimos a todos los que nos
habéis apoyado con vuestra presencia, con vuestra desinteresada ayuda,
con vuestros cuentos e historias para daros de corazón las gracias y,
con ellas, nuestro adiós». De esta forma anunciaron su despedida Ana Ara
Escagedo, María Rodríguez Pérez-Rasilla, Luis Miguel Quijano García y
Carlos Troyano Cestelo, los responsables de un maratón que en seis
ediciones se convirtió en toda una referencia nacional de la narración
oral.
Y aunque nos les faltan ofertas de otras localidades, entre ellas
Cabezón de la Sal, de momento no se plantean retomar la idea.
«Esperamos que hayáis disfrutado de esta iniciativa», afirman en una
lacónica nota en la que agradecen la participación de centenares de
personas, cerca de 600 particulares, que contaron un cuento por primera
vez subidos a un escenario. A los no menos profesionales de la narración
que, llegados de todas las comunidades españolas e incluso del
extranjero, especialmente hispanoamérica, ofrecieron su mejor cara,
desinteresadamente, en ese maratón. A cuantos colaboraron en hacer
posible cada año un sueño, aportando su granito de arena. «Ahora que la
vida nos lleva por otros caminos que hacen imposible la continuidad de
este maratón nos vamos con los bolsillos repletos de historias,
historias que nos ayudan a comprender que todo tiene un principio y un
final. A pesar de los escollos del camino, la experiencia, sin duda, ha
merecido la pena». De esta forma resumen los motivos de la despedida,
motivos entre los que no faltan momentos de desilusión por escasez de
apoyos y los problemas que, desde todos los ámbitos, especialmente el
económico, acompañaron la preparación y desarrollo del maratón.
Y es que prefieren quedarse con un buen sabor de boca a abocar el
maratón a un final con sabor a derrota. El futuro dirá si, aunque sea en
otra parte, habrá final feliz.