21 de Junio de 2011.

 

 

    OPOSICIÓN DE LOS COMERCIANTES CÁNTABROS A LA IMPOSICIÓN DEL SISTEMA DE DEVOLUCIÓN Y DEPÓSITO DE ENVASES.

Ante la inminente aprobación de la Ley de Residuos y Suelos Contaminados

 

La Federación del Comercio de Cantabria – COERCAN, que representa a 40 asociaciones y 3.000 empresas, quiere denunciar los graves efectos que, sobre consumidores, comercios e industria, tendría la posible implantación del Sistema de Depósito Devolución y Retorno (SDDR), en las condiciones que contempla el actual proyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados.

 

El citado proyecto, que será votado mañana miércoles 22 de junio en el Senado, da la opción al Gobierno de implantar este sistema de reciclaje sin más condición que un estudio de viabilidad, lo que excluye a todos los sectores afectados – comerciantes, distribución, industria envasadora y recicladores- de la posibilidad de decidir sobre una cuestión que les afecta directamente por ser los responsables de su financiación y gestión.

 

COERCAN, a través de la Confederación Española de Comercio – CEC, a la que pertenece y en la que participa en su Comité Ejecutivo, exige que el SDDR sólo se contemple como alternativa en aquellos casos en que se estuvieran incumpliendo los objetivos de reciclaje de envases fijados por la Unión Europea, niveles que en el caso de España se superan. Según los últimos datos oficiales del Ministerio de Medio Ambiente  Medio Rural y Marino, en 2008 España recicló el 59% de los envases domésticos.

 

El comercio urbano, ya en una situación difícil, no podría hacer frente a las altas inversiones económicas de gestión y de personal que requiere la puesta  en marcha y posterior operación el nuevo sistema. La mayoría de establecimientos no disponen de espacio suficiente para la instalación de las máquinas, que cuestan 20.000 euros cada una, y de las zonas de almacenamiento y manipulación que exige el nuevo sistema, lo que les obligaría a implementar un sistema manual con costes importantes en mano de obra, espacio de almacenamiento y transporte, entre otros.

 

Los consumidores, por su parte, también se verán afectados por esta medida ya que el SDDR es un sistema de reciclado de envases 8,5 veces más caro que el actual. Los ciudadanos tendrán que abonar un depósito por cada envase, que sólo se recuperará si lo devuelve al comercio en perfecto estado de limpieza y conservación (como sucede en otros países europeos).

 

 

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